Las cosas del mar ya no tenían importancia entonces. No sería este ni el primero ni el último naufragio sobre cuatro ruedas. Sigilosos cipreses olfateaban las volátiles feromonas que llevaban señales de vida.La tierra bailaba a nuestros pies y nuestras balsas viajaban al limbo llevando palabras escritas en diminutas piedras blancas, como "letanía", "firmamento" , "deriva" y "consuelo". La sangre estaba inquieta y apurada, corriendo nerviosa de un lado a otro. Quiso la luna cubrir su mirada , dejar las estrellas cambiar de lugar, revolver el infinito para finalmente conspirar. La luz acarició tu cara, atrevida y altanera, cruzando el cristal , éxigiendo la parte de ti que le toca. El viento peinó la cascada que llevas sobre tu espalda. Entonces todo se hizo exhuberante en tu ser; labios, manos, muslos, ojos, senos.
Un torrente de ti cruzó todo tu cuerpo haciendo vibrar el planeta. Tu expresión dibujó una ansiedad febril coronada por una mirada afilada y oscura. Arqueaste toda tu geografía antes de inclinar tus ganas sobre mi . Tu física se volvió química pura flotando en el aire.
Todo se llenó de ti.
Yo solo sentir la temperatura de tus labios
sin tu permiso.
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2 comentarios:
Cuando el amor taspasa todas las fronteras,da gusto cazarlo como una mariposa y hacerlo poesia como tú lo has conseguido.UN ABRAZO
"Yo solo sentir la temperatura de tus labios sin tu permiso". No pude leer todo este post. Sólo leí esa frase y me pareció in-cre-i-ble, a la vez que me recordó mi necesidad de sentir los labios de cierta mujer que no me da permiso.
Abrazo argentino.
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