miércoles, 10 de setiembre de 2008

a quien corresponda





No eran solo palabras.
Eran voz, tacto, temperatura. Momentos.
La inevitable embriaguez de la lectura enviando desde su cerebro golpecitos sincronizados y secuanciales hasta la puerta de su corazón. Se inicia la turbulencia emocional.
La piel que se eriza. El disfrute pleno.
La gustosa repetición de las líneas.
Una. Otra. Y otra. Y otra vez.
Saciarse de su voz escrita. Atesorar en su regazo aquel instante perfectamente bordado en un papel. Sumergirse en esa caligrafía de venas azules por donde corre tinta con el ADN el amor.
Estar vivo, respirar con los ojos, alimentarle el alma. Ser inmortal a la distancia estando aún mucho más cerca.

Sin razón alguna, un día la privó de esa fuente de vida.

Hace tanto que no le escribe una carta a mano, que ya ni recuerda cómo hablaban sus letras.

...

12 comentarios:

Anónimo dijo...

y es que nunca son "sólo palabras". Creo que así se sentirían tus lectores si de un momento a otro dejas de escribir.

Mafa dijo...

Nada como una carta a la antigua, a mano, de puño y letra, viva de emociones.

Un abrazo

Lena yau dijo...

Bello.

Bello.

Bello...

(yo escribo a mano todos los días, con tinta negra....)

un beso a mi Peter Pan favorito!

Melisa Marin dijo...

las letras dibujadas a veces decian mas que la carta en si, eran una ventanita hacia lo mas intimo de cada persona,su orden, su desorden,sus chuecuras y derechuras, al parecer todo eso quedo en el pasado, te imaginas lo poco que escribiran a mano las proximas generaciones, si hasta a el colegio van con laptop, que paso con la caligrafia palmer y laletra ligada?

*Luna* dijo...

muy romantico
(ojo! "romantico", no "cursi")

Anónimo dijo...

es cierto
debemos llevar bitacoras de papel
que podamos en el futuro acariciar con los dedos.

Pilar M Clares dijo...

Revolviendo mis cajones encuentro cartas llenas de tintas con sabor a alma. Esas caligrafías de diferentes etapas hoy están en los dígitos con que escribo. Y sigue habiendo alma. No perder contacto, consigna, decir, necesidad, que llegue, pasos. Me recuerdas que debo una carta, quizás la escriba esta noche.

Piacere

Marea dijo...

Atentamente.
Tu.

AAN dijo...

Siempre podrá hacer renacer ese placer, ese orgasmo de tinta, papel, letras y deseos contenidos en palabras, comas y espacios en blanco...

Sí, creo que va siendo hora de desefundar de nuevo ese bolígrafo especial que sienta tan bien al folio en blanco.

Besitos

Laura Zaferson dijo...

tienes conquistadas a muchas bloggeras!! woohoo!! :D


esa mano es tuya? me gusta la estrella. :)

El perro andaluz dijo...

Si no hubiera sido tan jeropa, quizá escrbiría a manuela.

Anónimo dijo...

Extrano escribir a mano.. a leer una carta de esas sabias si el escribidor tenia el pulso firme, si temblaba.. si lloraba. Lo mejor era guardar las cartas.. eran tu tesoro mas valioso si ellas venian de la persona amada. Un abrazo.