viernes, 12 de diciembre de 2008

inocentemente cruel




Ahí están otra vez, murmurando a mis espaldas.
Puedo sentirlos uniendo sus desnutridas capacidades para burlarse de mi, como si en el mundo no existiera nada más que mi presencia dándole la espalda a sus pobres mundos, inmóvil, encorvada, sumergida amargamente en un libro-salvavidas.
Puedo sentir sus risas contenidas y las imágenes que construyen alrededor de mi persona, puedo verlos hilando mediocremente cuatro tontas palabras como notas disonantes de una sinfonía creada para herir "inocentemente".
Está claro que si los mirara de frente no se atreverían, pero esta vez elegí finjir que no los escucho, permitir que lo crean así y obsequiarles de este modo un instante foto/postal que, si decido también, recordarán el resto de sus vidas como una anécdota cruel y borrosa, un episodio que les quitará el sueño una vez que calvos, obesos y apáticos vean correr a sus críos como autómatas rollizos y chillones en algún espantoso parque un domingo cualquiera, si y quizás me recuerden por las noches cuando vayan a acostarlos. Entonces seré sus pesadillas. Pobres tipejos sin corazón viviendo bajo la ley de ganarle a otro y a costa de maldad.
Ahí vuelven, con esas risas colectivas e histéricas, alardeando de su talento creativo para clavarme etiquetas bizarras y emparentarme con las más fétidas especies de su imaginación pasmada. Pensar que hace sólo 93 horas casi le arranco el ojo a uno con una cuchara. Disfruté plenamente la proyección; antes que el infortunado terminara su patética burla tras mi paso indiferente, saco de mi bolsillo derecho una hermosa cuchara de acero inoxidable (eliminé el detalle del óxido porque me pareció un exceso, así como la alternativa de usar tenedor ya que me parecía demasiado fácil y evidente como objeto de agresión) y volteo lentamente sobre mis pies hasta quedar delante de él. Entonces registro el compás final de su broma y acerco a su rostro la cuchara impecable para regalarle una vista de su último reflejo con la mirada completa en sus dos hemisferios para seguidamente hundirla con fuerza en su cavidad ocular y extraer su globo íntegro, como quién saca una pequeña porción de helado. Luego un silencio ambiental dejaría el espacio pleno a merced de unos escandalosos alaridos rojo sangre. Un deleite personal.
Esa sí sería una impactante foto/postal que no se atreverían a revivir voluntariamente pero que sin duda estaría eternizada en sus memorias para siempre.
Para siempre...por qué no?
Igual ahí estarán, siguiendo con su juego cruel y lo más certero: seguirán ahí por siempre a menos que haga algo.
Está claro ahora; dejaré que sigan murmurando a mis espaldas, que sigan burlándose de mi, pero apenas termine esta estúpida clase de Historia y salgamos al recreo, lo voy a hacer y no habrá mañana más historia que ésta.
A ver quién se burlará de mi entonces... a ver pues.

...

36 comentarios:

Anónimo dijo...

yo te ayudo,
yo lo hare con una TASER.

firma

libelula
(una niña mas en el recreo)

AAN dijo...

Pobre pequeño... Menos mal que los años del colegio sólo duran un instante en realidad.

¿Sabes? Me corté el pelo como la americana de "Al final de la escapada" :).

R. dijo...

Qué cabrones...lo peor de esta historia es que es real,que se cumple en muchas vidas.

chica diez dijo...

que crueles son algunos niños. este relato me hizo acordar al video de Jeremy, de pearl jam.

El Chepis dijo...

Y a la hora del recreo sales con varias semiautomáticas y asesinas a los compañeros?

Muy maleada la frágil psicología infantil... su quiebre puede tener repercusiones terribles e inesperadas.

Elsie Ralston dijo...

No sé. Yo no sentencio.
Los niños son crueles por naturaleza.
Pequeños locos grandilocuentes, los admiro.

dmoOn dijo...

Que paso con los niños que juegan a las "chapadas"???
Los niños pueden ser crueles, pero siempre son niños.

Pilar Mandl dijo...

magnífico cómo consigues que uno se meta en la historia!!!!!!!!!!!!!!!
...y la ilustración acompaña de maravilla ¿de quién es? me encanta...

elextra dijo...

Me gustan las historias sin un final aparente. Hacen que te quedes sumergido en la historia, y te sea dificil salir.

alfred.

Anónimo dijo...

que buena Migue!!!
me he sentido identificada
¿lo escribiste para mi?
jajjajajjaj

que les den por donde quieran!!!!

Cathy Pazos dijo...

La crueldad de los niños es algo que nos puede predecir pero si sabesmos que es así, como evitarlo pues solo enseñandoles, pero finalmente solo los cambia el crecer si es que realmente cambian.

Besitos inocentes

;D

Unknown dijo...

es horrible esa sensacion de murmullo, lo entiendo.

Anónimo dijo...

Jajaja pensé que estabas hablando del mundo laboral y me doy cuenta que no.... y después dicen que el colegio no prepara para la vida adulta.

Nos leemos.

fgiucich dijo...

No sería más efectivo un látigo de siete puntas? Abrazos.

El perro andaluz dijo...

Al colegio no voy más, ni huevón...
Te quedó maldito, me vino a la mente el corto que da nombre a mi nick, pero lo sentí como un cachorro andaluz.

. dijo...

En el juzgado quedo caratulado tu caso como "Intento de homicidio culposo"... varios testigos aseguran haberte visto pulir la cuchara de acero en la hora previa de matemáticas...

:)

Saludos!

Rolando Escaró dijo...

creo que asistimos a la misma clase...

DaHída Ayesha dijo...

realmente son tus ca
jones internos?

Dennisa Enmarañada dijo...

Eso suele pasar
Eso pasa
Eso NO debería pasar

...



saludos

noseasloco dijo...

esa crueldad no tiene inocencia

MaríaCristina dijo...

'y veo que hasta cambiaste de look', me dio risa que escribieras eso porque la verdad esque he cambiado TANTAS veces mi look este año que ya parece sarcasmo jajajaj, en fin, pues sí, es positivo, fue un año diferente, como todos, pero más aún.
beso también y que el 2009 traiga cosas buenas (:

en las nubes dijo...

pobrecillo... veo una matanza... que mal rollo!!!
genial el dibujo que acompaña al texto, es tuyo?
besos

Anónimo dijo...

tu blog es muy bueno...;)

Anónimo dijo...

tu blog es muy bueno...;)

Vanessa C. dijo...

Fabuloso!! Hubiera sido esplendido, si le hubieras sacado el asqueroso ojo.

saludos rosados.

Dara dijo...

Y, si la cuchara se convierte en homicida ocular, ese niño la llevaría en sus pesadillas, cuando el pelo se le caiga y la tripa empiece a despuntar. Si la cuchara actuara, sería igual que ellos.



Miau

Habitarás mi ocaso dijo...

Relax...
En esos casos a probar con el yoga, y si no funciona con el boxeo..

-Handrez- dijo...

yo no tengo paranoia

Anónimo dijo...

los niños son los seres más crueles del mundo entero.

Elmo Nofeo dijo...

Por eso a los niños Dios les dio padres.

Rodrigo dijo...

Ahora los niños son más crueles que antes, hace poco fui a un colegio primaria a cuidar a unos niños por un par de horas y no recuerdo que haya sido así de niño...cada vez esta peor la cosa.... ¡excelente historia!

AliaS dijo...

ja muy bueno muchacho, muy bueno.
un intento de homicidio no bastaría. solo cometerlo alcanzaría en ciertas circunstancias...

salud por esta aguda y fresca mirada

Juan Manuel Robles dijo...

Eso haría del recreo algo más que un simple intermedio entre clases aburridas.

Kelly dijo...

De niña no tuve pensamientos asi, no recuerdo que se me agarraran de punto, quizas por q ni notaban mi presencia...
Ahora de grande confieso que si tengo esa clase de pensamientos...

NG

G dijo...

crueladad??
naah
el justo merecido
la vendetta

BE WILD!

இலை Bohemia இலை dijo...

Todo es un reflejo de esta sociedad...

BSS