balada del triste agradecido

Quiero agradecer especialmente a mis actos
a mis errores, a mis más puras vivencias.
A mis dulces mentiras, mis miedos fraternos
a mis falsas pasiones.

A la sal de los cuerpos que nunca disfruté
a los días azules que creí perfectos.
A las tardanzas del éxito
a los detalles ocultos bajo la cama
a las miradas de consuelo
y las de ataque también.

A las historias inconclusas
a los sueños de los que desperté decepcionado
justamente porque eran sueños,
marchitas flores en el jardín de la tristeza.
A olvidarme de nosotros en el fondo de mis bolsillos
a la vida que me debe la vida
y a la plata que le debo a la sociedad
a cuenta de la plata que ella a mi me debe.

A las oportunidades que dejé pasar con una sonrisa Colgate
Al espejo que miente sin dudas y al alma
que a través de mis ojos
sigue sin saber quien soy.

Porque morí y volví para seguir muriendo
siempre en los brazos equivocados .
Al esperma desperdiciado
formando un falso mapa del amor.
Porque nadie supo nunca que siempre elegí viajar contra el tráfico
multado por la ley de la vida.

Porque nadie me conoce
como me conoces tú,
tú
y tú
aunque siempre
siempre
siempre
te siga mintiendo.

Al destino que se aburrió de mi.
porque entonces hice mi destino como quise.
Al “jamás te quise, pero te seguiré queriendo”.
A la boca de mi estómago que no grita más tu nombre.

A mi espalda que lleva el satélite de la pasión conmigo
sabiendo que el dolor es placentero
sobre todo cuando viene por amor.
A ese aceptar sin credo ni demonios ni dios
que del agua vine
y en agua me convertiré.

A las que me enseñaron que el sexo sin sudor no es sexo
sino tan solo es amor.
Porque dejé caer la sal de la vida sobre la mesa del dolor.
Porque el mejor placer vino siempre por mi propia mano
y por más bocados que probé, nunca me quité tu maldito sabor.

Al trabajo que no me dignificó
por holgazán , por ser el mejor ladrón.
A la neurosis que me abrigó en los peores inviernos
cuando rezaba porque Lima tuviera color.
A la luna efervescente como un Alka Seltzer
cautiva en un vaso con agua turbia
llevándose mis pesadillas
para devolvérmelas en 3D.

Porque cuando fui más pobre, vendí mi apellido al peor postor.
Porque con lo ganado, compré el alma del diablo.
Porque dios me enseñó a mentir para saber decir la verdad
y porque tarde supe que la verdad se puede comprar.

A las señales que hicieron de mis pasos
las huellas para perfectas para huir
A Pueblo Libre, sometido gris y torturado.
Porque cené de la vida en bares y esquinas

porque mi carta de amor jamás sirvió

porque me dejaste

por uno peor que yo
A mis Walk on the wild side.
A las líneas que alivian
a las palabras que curan.

Al amor despiadado que mata
para hacernos esencia inmortal
latiendo en cada encuentro
en un siguiente corazón.