cosas del destino

Ayer hablábamos del destino.
De quienes piensan que existe y quienes aseguran que lo escribe uno mismo.
Y ahí voy.
Cuando los primeros accidentes nos llevan a algo y luego, la suma cada valor te deja ver la ecuación ideal, un atisbo de ruta, el camino amarillo a tu propio mundo de Oz.
Entonces es el momento.
Cuando tus padres dejan de tener razón.
Cuando tu corazón te empuja al abismo del primer amor.
Cuando necesitas defenderte del mundo.
Cuando enfebrecido por tener respuestas coges a la vida por el cuello y la pones de cabeza a ver si le sacas algo en vez de esperar recibir, lo que se supone, te toca recibir.
Cuando la alquimia del amor te paraliza.
Cuando sientes que la espontaneidad se ve mejor en un romance que en una guerra.
Cuando necesitas ganar tu guerra para vivir en paz.
Cuando buscas escribir sobre ti.

Me gusta. Y más aún pensar, que por más que el tiempo pase, nunca es tarde.
Nos seguimos viendo.
No lo dudo.

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