Burroughs eterno

El año 59' del siglo que pasó vomitó una de las obras más intensas, innovadoras y viscerales que jamás pensé leer: Naked Luch, de Sir William Burroughs. Una novela con efectos secundarios. Una lectura que deja resaca y por qué no decirlo, crea dependencia.

Burroughs , ese Vampiro Beat, nació en St. Louis, Estados Unidos, en 1914. Graduado en Harvard, inició una vida de viajes que le llevaron desde México hasta París, Londres y Tánger, lugares donde practicamente trabajó en todo, reuniendo materiales y experiencias , muchas de ellas extremas , para sus escritos. Junkie (1953), el primero de sus libros, expone la temática de sus obras posteriores, entre las que destacan El exterminador (1960), La máquina delicada (1961), Cartas del yagé, su "experiencia peruana"(1963) y Las últimas palabras de Ducth Schultz(1970). El universo Burroughs es un cóctel de drogas, pasión y amor homosexual, alcohol, vivencias extremas, libertad, ciencia, futurología y demencia. Todo batido y listo para servirse.

El almuerzo desnudo (1959) , la más lograda de sus novelas, constituye un impresionante y vívido descenso moral al infierno de los drogadictos, cuya buena cuota autobiografica constituye un testimonio violento de lo que él mismo llama "la enfermedad".
En la portada de su primera edición española (Júcar, 1978), el libro se presenta como "un viaje por y con el mundo de la droga, donde se mezclan alucinaciones y metamórfosis, pesadillas y delirios poético-científicos, erotismo y perversiones (...). De este modo queda trazado el retrato de la sociedad actual en el avanzado estado de descomposición en que se encuentra debido a las epidemias de burocracia y a los controles dementes que la asfixian".
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