
Haremos esto por amor, eso lo sabes.
Por amor, la fuerza más poderosa el universo, mira tú, quién lo diría. Y yo que hasta que te conocí nunca creí en eso y me burlaba de tantas historias cursis de amigos y conocidos, de los mailsitos edulcorados destilando ternura, de los detallitos inesperados, las miraditas a escondidas, de los insomnios implacables (siempre escuchado "la canción perfecta para el momento", claro) y de todo ese delicioso sufrir. Pero no. Por las noches no hacía más que soñarte y a la distancia ofrecerte mi alma. Ahora no dudo que esta conexión fugaz tenía que darse. Recuerdas nuestro primer choque en el pasillo; el golpe de miradas, tu expresión reconociendo mis señales, mis palabras viajando hacia ti y tu inmediata respuesta. Luego se puso mejor con las citas disfrazadas de una amistad que poco a poco atravesó todas las barreras. Te acuerdas que las imaginábamos como viejos murales graffiteados con la cara de nuestros viejos, de los que se hacían llamar nuestros amigos y de algunos estúpidos más que no vale la pena recordar? (por ejemplo tu ex) Mírame y no sueltes mi mano. No temas. Tú eres la fuerza y yo tu otra parte, siempre fue así aunque esta vez sea yo quién diga esta declaración. Me siento con ese poder gracias a que hemos llegado hasta aquí. Lo que viene ahora es un regalo, te lo prometo. Será como esas canciones que tanto nos gustan, una vibración intensa que llenará nuestro corazón de luz y dejará claro que lo que estamos por hacer es lo que nos toca hacer y no hay más. Se acabará la tristeza (aunque contigo me gusta tanto esa forma de dolor), las verguenzas, las palabras incómodas, los murmullos, las explicaciones y todo aquello que estos meses trató de separarnos. Se acabó. Nos tenemos pero esta historia, bueno nuestra historia, la terminaremos como tiene que ser. Yo no tengo más miedo. No deseo nada más, te lo dije muchas veces. Soy valiente y estoy contigo. Mira las marcas de tu amor en mi. Podría haber escrito nuestra historia en mi piel para demostrarte que todo esto es real...Ja!, escúchame ahora, estoy repitiendo todo ese rollo del cuál solía burlarme, expresándolo con coraje y desnudez.
Esta vez hoy será nunca más. Este es el instante que imaginamos, nuestro ritual hacia la eternidad en el que viajaremos con un cartel de "juntas para siempre" colgado de nuestras lenguas. Piensa un momento en los titulares de mañana: Dos bellas adolescentes se quitan la vida y son encontradas tomadas de la mano en la escena del suicidio.
Dime, no es hermoso?
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